• La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Publicada: miércoles, 9 de marzo de 2016 2:21
Actualizada: jueves, 10 de marzo de 2016 4:05

La mandataria brasileña, Dilma Rousseff, pidió el martes "paz y tolerancia" en vísperas de las protestas en contra y a favor de su gobierno que, de hecho, podrían degenerar en enfrentamientos callejeros.

"En el momento que vivimos, una vez más, es necesario que reiteremos la importancia de la tolerancia (...). Que no haya violencia, bajo cualquier forma que eventualmente esta pueda presentarse", exhortó Rousseff en un discurso por el Día Internacional de la Mujer en la sede de la Presidencia en Brasilia (centro-oeste).

Rousseff hace estas declaraciones en momentos en que el país se encamina hacia su peor recesión en un siglo. Partidos y movimientos sociales opositores convocaron para el próximo domingo manifestaciones en las principales ciudades del país para pedir la salida de Rousseff del poder.

En el momento que vivimos, una vez más, es necesario que reiteremos la importancia de la tolerancia (...). Que no haya violencia, bajo cualquier forma que eventualmente esta pueda presentarse", exhortó la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en un discurso por el Día Internacional de la Mujer.

La agitación política que vive Brasil empeoró la semana pasada cuando el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva fue llevado por la fuerza a declarar ante la policía debido al escándalo de corrupción en la estatal Petrobras, hecho que agudizó la tensión entre detractores y defensores del gobierno izquierdista, llegando a enfrentarse a golpes ante la residencia de Lula en Sao Paulo.

El gobernante Partido de los Trabajadores (PT) convocó marchas el mismo día en apoyo al gobierno y al expresidente Lula, su fundador, quien, según sus seguidores, es víctima de un ataque orquestado por la oposición.

Cabe mencionar que desde que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, en marzo de 2014, la oposición brasileña pretende involucrar a la actual presidenta del país, Dilma Rousseff, y a los miembros del PT en este caso para solicitar su destitución.

Tanto Rousseff como Lula da Silva han rechazado en reiteradas ocasiones las acusaciones de la oposición sobre que tenían conocimiento de la corrupción en Petrobras e intentaban interferir en las investigaciones de la "Operación Lava Jato" (lavadero de autos) sobre la red de sobornos en esa petrolera estatal.

Rousseff denuncia también el uso abusivo de las filtraciones como arma política, pues, según la mandataria, se trata de informaciones “apócrifas, selectivas e ilegales”, y se debería investigar rigurosamente el origen de las infiltraciones, “ya que hieren la ley, justicia y verdad”.

El gigantesco escándalo de sobornos en la estatal Petrobras ha puesto tras las rejas a prominentes empresarios, figuras del PT, entre ellos, su extesorero Joao Vaccari y el gurú de campañas electorales de Lula y Rousseff, Joao Santana, y tiene bajo la mira a decenas de legisladores en funciones, principalmente del gobierno y de su base aliada.

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