Mientras, un foro en la sede del organismo en Washington, exigió una investigación independiente sobre la observación electoral de la OEA en los comicios de 2019 en Bolivia.
A dos años del golpe de Estado en Bolivia que sacó del poder a Evo Morales, el expresidente regresó a México, país que le dio refugio y le salvó de la amenaza de muerte que corría en ese entonces.
Ahí, el exmandatario, aseguró una vez más que ganó las elecciones de 2019, y no hubo un fraude, como lo afirmaba la Organización de Estados Americanos.
Este viernes, en la sede de la OEA en Washington, Bolivia organizó junto con México y Argentina, un foro para debatir el informe del organismo que alimentó el golpe de estado.
Las tres delegaciones, junto con los expertos independientes que participaron en el evento, aseguraron que no hay evidencias a favor de un fraude electoral en los comicios del 2019.
Aunque los elaboradores del informe de la OEA fueron invitados para defenderse, ninguno se presentó en el foro.
Durante el foro, Bolivia, sostuvo que las fallidas elecciones generales de 2019 no son un “caso cerrado” y deben ser objeto de una investigación independiente sobre la observación electoral hecha por la Organización de Estados Americanos.
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