El canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, alertó de la posible fuga de la expresidenta de facto Jeanine Áñez (2019-2020) — a quien la policía arrestó el 13 de marzo de 2021 por su papel en el golpe de Estado de 2019 contra Evo Morales—.
“Se la detiene legal y legítimamente porque hay riesgo de fuga. Jeanine Áñez, si la dejan en una situación sin resguardo [policial], apuesten cualquier cosa a que se va a ir del país”, dijo el domingo el ministro de Asuntos Exteriores en una entrevista con la cadena Bolivia TV.
Defendió también que el Gobierno boliviano no ha vulnerado ningún derecho de la exautoridad bajo su detención preventiva, tal como reconoció la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en un dictamen en que rechazó la aplicación de medidas cautelares a favor de Áñez.
Respecto a las denuncias de la oposición, de la propia Áñez, así como de su equipo legal, sobre la supuesta falta de atención médica en la cárcel de mujeres de Miraflores, en La Paz, capital administrativa del país andino, el ministro señaló que se trata de una “estrategia”
También, destacó la necesidad de castigar a la exmandataria autoproclamada por las mascares que tuvieron lugar en 2019, aunque quien mató a la gente en las calles no fuera ella, ya que, a su juicio, “Áñez no jaló el gatillo, pero si tiene su sangre porque emitió un decreto supremo para reprimir las movilizaciones y exoneró a los militares de responsabilidades”.
La Policía de Bolivia capturó a Áñez por golpe de 2019
En noviembre de 2019, la oposición boliviana no reconoció el resultado de las elecciones presidenciales en las que Morales recibió la máxima apoyo de la población, y orquestó una serie de protestas, con el apoyo de los altos mandos policiales y militares, por lo que el mandatario tuvo que renunciar y salir del país para evitar el derramamiento de sangre en las calles.
Ante esta coyuntura, la senadora opositora Jeanine Áñez se autoproclamó la presidenta interina del país sin cumplir requisitos constitucionales, por lo que los partidarios de Morales manifestaron y se enfrentaron con una brutalidad policial.
Además de Añez, fueron arrestados varias autoridades de ese entonces, como Arturo Murillo, exministro interino del Gobierno; Yerko Núñez, exministro de la Presidencia, y Luis Fernando López, exministro de Defensa, por “delitos de conspiración, terrorismo y sedición”.
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