Cuando el exmandatario abandonaba el país con rumbo a México, sus partidarios le aseguraron a Evo que volvería. Y esto es justo lo que han pedido en las calles. A pesar de la represión militar, miles de indígenas han exigido que el mandatario vuelva a Bolivia.
Evo, asegura desde México, que está dispuesto a regresar al país para pacificar a Bolivia. El exmandatario ha denunciado que el golpe de Estado en su contra fue orquestado desde Estados Unidos y que los golpistas ni cumplieron con la Constitución al nombrar a Jeanine Áñez como presidenta interina.
Los militares bolivianos impidieron acudir al Senado a Adriana Salvatierra, la presidenta de la Cámara de Senadores y la que por ley debería asumir la presidencia interina.
Por su parte, la autoproclamada presidenta interina, reunida con los militares, hablaba de la pacificación del país. Días antes, había llamado a los seguidores de Morales, hordas delincuenciales.
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