En una reunión sostenida el viernes con los huelguistas en otro intento a convencer a los pilotos para que se presenten a su servicio, Tomer Bar afirmó a los reservistas que su decisión “daña” a fuerzas de guerra de Israel.
“Hay daños en la preparación de la fuerza aérea que están empeorando”, admitió, mientras afirmó que la ausencia de los manifestantes se percibe más en los escuadrones de entrenamiento y de instrucción, así como en las unidades operativas y de control aéreo.
Al respecto, recalcó que encontrar reemplazos para los manifestantes hace perder mucho tiempo, y esto perjudicaría los planes para los ejercicios programados para el otoño (boreal).
“La unidad se ha visto muy perjudicada. (…) La fuerza aérea no será la misma que era, incluso si todos regresaran mañana”, enfatizó el comandante israelí.
En protesta a la emblemática reforma judicial del gabinete del primer ministro Benjamín Netanyahu, más de 10 000 reservistas anunciaron que ya no prestarán servicio, que con frecuencia realizan de forma voluntaria. Según los medios israelíes, muchos de ellos cumplieron sus amenazas.
El ejército israelí confirmó oficialmente en julio que el rechazo de los reservistas a servir en protesta al controvertido proyecto de ley de cambios judiciales del gabinete ha causado un daño grave al ejército y su eficiencia está disminuyendo.
Afirmó que no daría a conocer el número exacto de los reservistas que han decidido suspender su servicio, para que la información no llegue a los enemigos de ese régimen.
Las protestas contra la reforma que impulsa Netanyahu continúan con enfrentamientos y arrestos mientras que la crisis también ha abierto una profunda brecha en la sociedad israelí.
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