Los medios israelíes anunciaron el miércoles que más de 250 pilotos se habían unido a las protestas contra el polémico plan de reforma judicial y dejado de ofrecer servicio.
En este contexto, el canal 13 de la televisión del régimen israelí indicó que el ejército enfrenta una gran crisis después de que los soldados se rebelaron y hay un sentimiento en el ejército de que no hay nadie que entienda la profundidad de esta ruptura.
Los medios locales sacaron a la luz el mismo día una solicitud del ministerio de asuntos militares del régimen israelí para la realización de una reunión del comité de asuntos exteriores y seguridad del parlamento. De acuerdo con los informes, se trata de una reunión secreta que se llevará a cabo con el objetivo de examinar las capacidades del ejército en medio de las protestas de los reservistas y la escalada de su desobediencia para seguir sirviendo.
El anuncio se produjo luego de que el ejército israelí declaró el martes oficialmente que el rechazo de los reservistas a servir en protesta al controvertido proyecto de ley de cambios judiciales del gabinete, ha causado un daño grave al ejército y su eficiencia está disminuyendo.
El ejército del régimen de ocupación ha anunciado hoy jueves, por medio de un comunicado, que el jefe del estado mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, mantuvo la noche del miércoles un encuentro con los oficiales superiores, durante la cual se formuló los principios de dos planes para mantener a corto y largo plazo la eficiencia del ejército.
El documento precisa que el ejército israelí no dará a conocer el número exacto de los reservistas que han decidido suspender su servicio, para que la información no llegue a los enemigos de ese régimen.
Israel vive uno de sus momentos más tensos por la aprobación de la reforma judicial. Las protestas contra la legislación continúan con enfrentamientos y arrestos.
La crisis también ha abierto una profunda brecha en la sociedad israelí. Más de 10 000 reservistas han amenazado con no volver a prestar servicio, si no se frena esa legislación. Por otro lado, el escenario de descontento social ha golpeado duramente la economía y tensado los lazos con el aliado más cercano de Israel, Estados Unidos, que calificó de desafortunada la aprobación de la reforma judicial.
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