El representante israelí ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Gilad Erdan, en declaraciones citadas este viernes por la agencia de noticias rusa Sputnik, ha afirmado que antes de la reunión del Consejo, llegamos a un acuerdo con EE.UU. para evitar la emisión de una declaración o resolución conjunta contra Israel y utilizar su derecho de veto en caso de emitir una resolución.
“El veto de Estados Unidos es un arma estratégica a nuestro favor”, ha desvelado agregando que Israel y su ejecutivo actual nunca renunciarán a los derechos de los judíos a ingresar a la Mezquita Al-Aqsa.
Erdan ha declarado que no tiene contacto con Riad Mansur, el representante de Palestina ante las Naciones Unidas, argumentando que él “representa una potencia enemiga que financia a los terroristas”.
El funcionario israelí ha expresado su satisfacción de que el Consejo de Seguridad no haya emitido una resolución o una declaración conjunta contra las acciones de Israel en los territorios ocupados, señalando que este tema ha causado el fracaso de la parte palestina.
A su juicio, las autoridades israelíes cometieron un gran error cuando después de la ocupación de la parte oriental de Al-Quds (Jerusalén) en la guerra de junio de 1967 llegaron a un acuerdo y aprobaron el statu quo actual de la Mezquita de Al-Aqsa, mediante el cual se impedía a los judíos entrar en el recinto para realizar rituales religiosos.
En la reunión del jueves del CSNU que se celebró tras la controvertida visita del ministro de seguridad israelí Itamar Ben-Gvir a la Explanada de las Mezquitas, que alberga la Mezquita Al-Aqsa en la ciudad vieja ocupada de Al-Quds (Jerusalén), Mansur se dirigió a Erdan señalando que, si el Consejo no detenía a Israel y no implementaba las leyes internacionales, la nación palestina lo haría. Erdan consideró las declaraciones de Mansur como una incitación a la violencia y el terrorismo.
La polémica visita de Ben-Gvir a la Explanada de las Mezquitas aumentó las tensiones en los territorios ocupados palestinos y provocó reacciones mundiales.
La Explanada alberga la Mezquita Al Aqsa, que es el tercer lugar sagrado para el mundo musulmán. Israel, que se considera a sí mismo propietario de los territorios palestinos, sueña desde el inicio de su ocupación con la destrucción de este centro de culto a fin de transformarlo en un templo judío, esto mientras que la ONU pide la preservación del statu quo en los lugares sagrados de Al-Quds.
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