Miles de manifestantes se ha congregado en distintas zonas en Tel Aviv y también frente a la residencia del primer ministro en Al-Quds (Jerusalén) para exigir la renuncia de Netanyahu y “un cambio” en las políticas hostiles del régimen.
Estas movilizaciones ocurren después de 11 días de atrocidades perpetradas por las tropas israelíes, bajo el mandato de Netanyahu, contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza y Cisjordania, lo que dejó al menos 248 palestinos muertos y más de 1900 heridos.
“La guerra solo es buena para los dueños de la guerra ... para Benjamín Netanyahu, pero es mala para ambos pueblos. Tenemos que mantenerlos [a los civiles palestinos e israelíes] fuera del círculo del terror”, ha manifestado Ayman Odeh, un líder del partido de mayoría árabe tripartita Lista Conjunta.
Los organizadores de las protestas anti-Netanyahu han abogado por el establecimiento de la paz, al rechazar el liderazgo “peligroso” del actual primer ministro.
La protesta ha sido convocada por varias organizaciones, incluidos los grupos opositores Ein Matsav, Banderas Negras y el Frente Rosa, que critican a Netanyahu por su mala gestión y estar involucrado en casos de corrupción.
Previamente, el movimiento Bandera Negra había pedido a los líderes de los partidos israelíes que buscaran las vías para eliminar a Netanyahu del cargo.
Antes de la reciente tensión en la Franja de Gaza contra la Resistencia palestina provocada por el régimen israelí, los opositores del régimen israelí se han reunido cada sábado frente a la vivienda de Netanyahu y, según testigos, la policía antidisturbios ha intentado impedir que el autobús en que iban los manifestantes llegara al epicentro de las protestas.
El premier se enfrenta a severas criticas por su fracaso en los enfrentamientos con los grupos de Resistencia en Palestina. Según los medios locales, varios funcionarios y exlíderes israelíes admiten que, para Netanyahu, “es la hora de irse”.
La reciente agresión bélica israelí comenzó después de semanas de hostigamiento de las fuerzas israelíes contra los residentes en la ciudad sagrada de Al-Quds y los intentos para robar más tierras palestinas, esta vez, en el barrio de Sheij Yarrah.
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