• El diputado del Frente Renovador (FR) de Argentina, Alberto Asseff
Publicada: domingo, 5 de abril de 2015 17:58

El Frente Renovador (FR) de Argentina pidió el sábado a la Cancillería que convoque a los embajadores del Reino Unido y de Estados Unidos para que den explicaciones sobre el espionaje realizado en torno a las Islas Malvinas.

Tras haber presentado un proyecto “de repudio al espionaje” británico a los funcionarios y militares argentinos, el diputado del FR Alberto Asseff demandó a la Cancillería que cite a la embajadora argentina en Londres (capital británica), Alicia Castro, al embajador del Reino Unido, John Freeman, y al de Estados Unidos, Noah Mamet, para que den explicaciones al respecto.

Este hecho se produjo después de que los nuevos documentos filtrados por el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden revelaran el jueves que el Reino Unido ha espiado a Argentina durante años, con la colaboración de EE.UU. y con el objetivo de mantener su control sobre las Islas Malvinas.

Asseff también solicitó que “formulen las correspondientes denuncias” ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), entre otros organismos internacionales.

Además afirmó que el secretario de Inteligencia, Óscar Parrilli, debe informar en la Cámara de Diputados “cuáles han sido las acciones de contrainteligencia llevadas a cabo por el Gobierno argentino para contrarrestar las tareas de espionaje de los servicios de inteligencia del Reino Unido”.

Según esa nueva revelación, para “estar informados acerca de los planes de Argentina respecto de las Islas Malvinas e influir en la opinión pública”, las centrales de inteligencia británicas llevaron a cabo desde 2006 hasta 2011 varias operaciones encubiertas en las redes sociales, e intervinieron comunicaciones militares y de seguridad.

El espionaje y la vigilancia de las comunicaciones de "militares y líderes" en varias plataformas se consideraba una "operación de alta prioridad" y se llevaba a cabo con la asistencia de la NSA por lo menos hasta 2010.

Los archivos reflejan que el objetivo de las tareas de espionaje de los británicos era “evitar que la Argentina recupere las Islas Malvinas”.

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