En una entrevista concedida este sábado a HispanTV, el analista internacional Pablo Jofré Leal ha abordado el tema del conflicto libio, en particular, la propuesta del general Jalifa Haftar, líder del Ejército Nacional Libio (ENL), de un alto el fuego, en momentos en que el Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN), dirigido por Fayez al-Sarraj, está ganando terreno.
Esto luego de que una tregua anterior quedara suspendida el pasado 18 de febrero, después de que las fuerzas de Haftar violaran la medida, que habían acordado el GAN y el ENL, dos facciones que luchan por el dominio de Libia.
Al respecto el analista considera que el ENL, con el apoyo de Egipto, trata de ganar un tiempo valioso en estos momentos de retroceso ante el GAN, y plantea un alto el fuego desde el lunes con puntos como el desarme de los grupos armados, el retiro de los mercenarios y adoptar una nueva declaración para una nueva Constitución.
Es decir, prosigue Jofré Leal, Haftar trata de lanzar un anzuelo que sea tomado por las fuerzas de Al-Sarraj, pero en realidad es un intento para rearmarse, reunir fuerzas con miras a seguir estableciendo una ofensiva.
Por tanto, en esta propuesta no hay más que objetivos militares, más que objetivos estratégicos y no un deseo de pactar la paz.
Según Jofré Leal, cada vez que miramos al conflicto libio vamos a encontrar a Turquía, Catar, la ONU, Italia, apoyando al GAN y, por el otro lado, a Francia, Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU), con el ENL; es decir, países externos que catalizan el conflicto libio por sus propios intereses económicos, políticos, hegemónicos.
La presencia de países extranjeros que marcan el status quo de Libia está marcado por el interés de las grandes potencias transnacionales que quieren hacerse con el petroleo libio, dice el experto.
En este sentido, señala a Francia por el lado del ENL, y a Italia por el lado del GAN, como dos países que codician el crudo libio, además, de otros países con intereses geopolíticos.
Tras el derrocamiento del dictador libio Muamar Gadafi en octubre de 2011 por medio de una intervención militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU., en Libia surgieron dos facciones principales: el GAN, reconocido por las Naciones Unidas y con sede en Trípoli, y el ENL, basado en la ciudad de Tobruk (este).
Fuente: HispanTV Noticias.
mrp/ncl/rba