La liberación de los reclusos es un aparente movimiento del Gobierno turco para reducir la población carcelaria del país.
Pretende hacer espacio para miles de personas que han sido detenidas, como parte de una investigación sobre el fallido golpe de Estado, del mes pasado.
El decreto en cuestión allanó el camino para la libertad condicional de unos 38.000 prisioneros. Fue publicado bajo un largo estado de emergencia de tres meses, declarado en Turquía, y puede beneficiarse de él todo preso, con menos de dos años de pena dictada, y que haya cumplido la mitad de su condena.
El analista internacional Ángel Molina aborda el tema en una entrevista con HispanTV desde la Ciudad de México.
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