En una conversación telefónica publicada este miércoles por la agencia iraní de noticias IRNA, Lotfolá Baba, senador de la citada provincia, ha afirmado haber recibido una llamada de habitantes del distrito de Torghar, en Nangarhar, para informarle de lo ocurrido.
Baba ha agregado que los habitantes de Torghar le han pedido que transmita el anuncio a las autoridades militares y de seguridad del país afgano para que adopten las medidas oportunas con el fin de hacer frente a la amenaza a la seguridad de la población, tanto en Nangarhar como en todo el país.
En el caso de que Nangarhar se vea en peligro inminente de caer en manos del grupo Talibán, como las provincias de Kunduz (norte) y Helmand (sur), la economía del Afganistán se verá muy dañada, lo que preocupa mucho a los ciudadanos de Nangarhar, ha sostenido el funcionario afgano.
Tras señalar la importancia de Nangarhar como centro económico del país centroasiático, el senador ha asegurado que ya han lanzado las indagaciones para determinar el país al que pertenecían los dos helicópteros.
Por su parte, el portavoz del gobernador de Nangarhar, Atolá Juguiani, ha confirmado la llegada a la zona montañosa de la provincia en helicópteros sin identificar de varias personas vestidas de negro.
El pasado 15 de diciembre, el general John Campbell, comandante estadounidense de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán, alertó de la llegada al país centroasiático de cierto número de "combatientes extranjeros" de EIIL, procedentes de Siria o Irak, para sumarse a sus seguidores en la provincia oriental de Nangarhar, fronteriza con Paquistán, y establecer una base en la ciudad oriental de Yalalabad.

La inestabilidad crece en Afganistán, pese a que fuerzas extranjeras lideradas por EE.UU. ocuparon el país durante 14 años con la excusa de combatir el terrorismo, un flagelo que, de hecho, se agravó tras la invasión foránea, según mantiene el expresidente afgano Hamid Karzai.
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