El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advierte que está llegando a un posible punto de quiebre en Yemen. Dice que su trabajo en el país más pobre del mundo árabe corre serio peligro por la propagación del coronavirus en un país ya dañado por la guerra saudí.
ACNUR solicita financiación urgente para poder seguir su trabajo y salvar las vidas inocentes yemeníes. Además alerta de la crisis de malnutrición aguda de millones de niños yemeníes.
Alrededor del 80 por ciento de la desnutrida población de Yemen depende de la ayuda humanitaria, lo que llevó al país a sufrir la mayor crisis del mundo, incluso antes de la aparición del coronavirus. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) dice que la ya deteriorada situación podría empeorar debido a la COVID-19.
El brote de la COVID-19, de hecho, se suma a la tragedia que vive Yemen por los ataques de los saudíes y sus aliados, que desde 2015 han dejado en ruinas la infraestructura económica y sanitaria del país.
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