La ciudad suiza de Ginebra alberga hoy martes una reunión de donantes internacionales para ayudar a Yemen, país asolado por casi cuatro años de guerra que lideran Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) a fin de restaurar en el poder al fugitivo expresidente Abdu Rabu Mansur Hadi.
Se espera que Riad y Abu Dabi suministren una parte considerable del dinero necesario para atender las necesidades de la población yemení que sufre la peor crisis humanitaria del mundo, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Si bien estas donaciones pueden mitigar el sufrimiento de la gente, organismos de ayuda humanitaria culpan a los vecinos ricos en petróleo de Yemen (Arabia saudí y los EAU) por un sinnúmero de crímenes de guerra ocurridos en el empobrecido país árabe, incluidos los bombardeos de aldeas, masacre de civiles y el uso de niños soldados.
Jan Egeland, quien fungía anteriormente como coordinador de las operaciones de urgencia de la ONU, criticó la “hipocresía de países que intercambian armas o lanzan bombas contra civiles yemeníes” en una declaración muy fuerte el lunes.
Egeland, jefe de la organización benéfica Norwegian Refugee Council, dijo que el 60 por ciento de la ayuda del año pasado a Yemen provino de Arabia Saudí, los EAU y EE.UU. Sin embargos, los dos primeros países lideraron una campaña que condujo a la destrucción de Yemen y el tercero promovió la guerra, suministrando armas a sus aliados árabes.
“Ellos han contribuido a la guerra que ha producido 24 millones de yemeníes con necesidad urgente de ayuda. Eso es más de las tres cuartas partes de toda la población yemení”, denunció Egeland.
Geert Cappelaere, director del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) en Oriente Medio, arremetió, a su vez, contra Riad y Abu Dabi por “continuar matando y mutilando a niños” y destruyendo “las escuelas y los centros de salud” en Yemen, y al mismo tiempo, donar ayuda a esta población.
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