"El Gobierno turco tiene que escuchar de inmediato y directamente la indignación y la incomprensión del Gobierno alemán, así como sus claras expectativas en el caso de Peter Steudtner, y esta vez sin sutilezas diplomáticas", ha aseverado el portavoz de la Cancillería alemana, Martin Schaefer.
Berlín ha transmitido al embajador turco "en términos inequívocos", según la explicación del portavoz, que la detención de Steudtner y otros cinco activistas, incluida la directora de Amnistía Internacional (AI) en Turquía, İdil Eser, era "incomprensible y también inaceptable". En el caso de Steudtner, el Gobierno alemán ha exigido su "liberación inmediata".
Un tribunal de Estambul ordenó el martes prisión preventiva para la directora de AI y otros cinco militantes pro derechos humanos, incluido el formador alemán Steudtner, detenidos todos bajo custodia turca en Estambul desde hace doce días.
La Fiscalía había pedido prisión preventiva para ellos, acusándolos de "cometer crímenes en nombre de una organización terrorista, sin ser miembro de ella".
El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Sigmar Gabriel, ha interrumpido sus vacaciones de verano para realizar consultas sobre la situación del ciudadano de su país, ha comunicado el portavoz de Berlín, y el jueves analizará las "acciones y medidas a tomar frente a la dramática intensificación" de la represión en Turquía.
El Gobierno turco tiene que escuchar de inmediato y directamente la indignación y la incomprensión del Gobierno alemán, así como sus claras expectativas en el caso de Peter Steudtner, y esta vez sin sutilezas diplomáticas", aseveró el portavoz de la Cancillería alemana, Martin Schaefer.
Tras la detención, una portavoz de la Cancillería alemana calificó de “absurda” la acusación de Turquía sobre la existencia de vínculos entre los activistas y los partidarios de los terroristas, por lo que exigió su liberación inmediata.
Los vínculos Berlín-Ankara se tensaron aún más tras el reciente referéndum turco destinado a incrementar los poderes del presidente Recep Tayyip Erdogan y el encarcelamiento de Deniz Yucel, periodista turco-alemán de Die Welt, acusado de ser un “agente” alemán.
Desde julio del año pasado, cuando ocurrió una intentona golpista en el país, el Gobierno de Erdogan lanzó una purga que ha dado lugar a la detención de 50.000 personas y el despido de más de 100.000 por supuestos vínculos con la cofradía gülenista (el clérigo opositor Fethulá Gülen, autoexiliado en Estados Unidos, a quien Ankara acusa de la fallida asonada militar.)
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