La visita de Benyamin Netanyahu a Australia fue recibida con una ola de protestas. Por segundo día consecutivo, los indignados manifestantes salieron a las calles para condenar esta visita, y los crímenes del régimen sionista en los territorios ocupados de Palestina.
En Sídney, la marcha comenzó con una reunión frente al Ayuntamiento y se produjo bajo una fuerte presencia policial.
Portando banderas de Palestina, los manifestantes pidieron el fin de la ocupación israelí y el fin también del asedio de la Franja de Gaza. Instaron al primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, a exigir a Netanyahu el fin de los asentamientos ilegales y respetar los derechos de palestinos.
Pese a la oposición del pueblo australiano, Netanyahu fue recibido calurosamente por el Gobierno del país.
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