• Avión arroja combustible sobre una escuela en EEUU y deja heridos
Publicada: miércoles, 15 de enero de 2020 3:02
Actualizada: miércoles, 15 de enero de 2020 18:56

Un avión arroja combustible sobre el patio de una escuela en Los Ángeles (EE.UU.) antes de aterrizar de emergencia, causando heridas a una veintena de niños.

El vuelo 89 Delta, con 149 pasajeros, que cubría la ruta Los Ángeles-Shanghái, tuvo que regresar al aeropuerto poco después del despegue debido a “problemas con un motor”, indicó el martes a los medios Adrian Gee, portavoz de la aerolínea.

“La aeronave aterrizó sin problemas tras una liberación de combustible para reducir el peso de aterrizaje”, aseguró y señaló que parte de este combustible liberado cayó sobre una escuela primaria en la ciudad de Cudahy, situada a unos 22 kilómetros al este del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.

Medios informaron que, tras el incidente, los trabajadores de emergencias han prestado asistencia a 26 personas, entre ellos 17 niños. Las personas afectadas solo presentaron lesiones menores y fueron atendidas en el lugar. De momento, no se ordenó evacuación alguna.

Los estudiantes y el personal se encontraban en el patio de la escuela en ese momento y pueden haber sido rociados con combustible o haber inhalados sus gases”, declaró Gee.

El ente regulador de la aviación civil ha abierto una minuciosa investigación sobre este incidente, teniendo en cuenta que hay “procesos especiales de liberación de combustible para aeronaves operando dentro y fuera de cualquier gran aeropuerto de Estados Unidos”.

“Estos procedimientos incluyen soltar combustible en determinadas zonas no pobladas, típicamente a mayor altitud de manera que el combustible se atomice y se disperse antes de llegar al suelo”, indicó en un comunicado publicado en Twitter.

Josue Burgos, de 11 años, estaba en clase de educación física cuando ocurrió el incidente. “Pensamos que era lluvia, pero después supimos que estaban lanzando gasolina y todo el mundo comenzó a correr”, dijo al diario Los Angeles Times. “Olía mal, no era agua”, añadió refiriéndose a su ropa.

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