• Niños nepalíes
Publicada: sábado, 20 de junio de 2015 16:04

Al menos 245 niños han sido interceptados antes de ser víctimas de tráfico o trasladados ilegalmente a casas de acogida desde que se produjo el terremoto en Nepal, según advirtió la Unicef.

En un comunicado publicado el viernes, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) recordó su temor ante un aumento de los casos de tráfico de niños después de los dos últimos terremotos.

La pérdida de medios de subsistencia y el empeoramiento de las condiciones de vida pueden facilitar que los traficantes convenzan a los padres para entregar a sus hijos a lo que ellos creen que será una vida mejor”, según declaró Tomoo Hozumi, representante de la Unicef en Nepal.

“La pérdida de medios de subsistencia y el empeoramiento de las condiciones de vida pueden facilitar que los traficantes convenzan a los padres para entregar a sus hijos a lo que ellos creen que será una vida mejor”, según declaró Tomoo Hozumi, representante de la Unicef en Nepal.

“Los traficantes prometen educación, comida y oportunidades“, prosiguió, pero en realidad ofrecen abusos y explotación a los niños que caen en su poder.

Unicef apunta que el tráfico infantil ya era frecuente en Nepal antes del terremoto del 25 de abril y que de acuerdo con un estudio de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), cada año 12.000 niños nepalís son llevados a la India de forma irregular.

Niños nepalíes afectados por el terremoto. 

 

Las niñas que no son forzadas a ejercer la prostitución podrían también ser vendidas como esclavas domésticas en la India y otros países, y los niños obligados a realizar trabajos forzosos.

Después de desastres como los terremotos, hay un riesgo de que el tráfico aumente, pues las familias resultan también más fáciles de convencer para enviar a sus hijos a orfanatos en Katmandú (la capital) y Pokhara, una tendencia que comenzó tras la guerra civil con promesas de seguridad y educación.

Antes del seísmo, aproximadamente 15.000 niños vivían en casas de acogida y sufrían un riesgo potencial de ser víctimas de adopciones mal reguladas, explotación y abuso. Más del 85 % de estos niños tenía al menos a uno de sus progenitores vivos.

Unicef trabaja con el gobierno, las autoridades y las organizaciones de Nepal a fin de prevenir este peligro. Así, colabora con la policía en el establecimiento y refuerzo de 84 puestos de control y comisarías en todo el país y en los distritos afectados por el terremoto, y apoya a La ONG nacional Maiti Nepal para ampliar o establecer 12 puntos de control e intercepción en las fronteras con India y China y 11 centros de tránsito para víctimas de tráfico.

Un médico israelí sostiene en sus brazos a un bebé rescatado en Nepal.

 

Asimismo, organizaciones no gubernamentales denunciaron el pasado 4 de mayo al régimen de Israel por el tráfico de menores que está llevando a cabo bajo el nombre de ayuda humanitaria en ese país asiático devastado por el referido terremoto.

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