Nieta del actual emperador japonés, Akihito, la princesa Mako se ha comprometido con Kei Komuro, un empleado de un despacho de abogados, informó el miércoles el medio nipón NHK.
Como el elegido no pertenece a una familia real, de acuerdo con la legislación del país asiático, la princesa será privada de su título y pasará a ser una ciudadana común cuando se case.
La pareja –ambos de 25 años– se conoció en la Universidad Cristiana Internacional de Tokio (capital japonesa) hace cinco años, cuando eran estudiantes. En aquella época Komuro participó en una campaña para promover el turismo de playa en la ciudad de Fujisawa, al sur de la capital, en la que desempeñó el papel del ‘príncipe del mar’.
Los padres de la princesa Mako, el príncipe Akishino y su mujer Kiko, han aprobado su decisión y se espera que la boda se celebre el año que viene.

Cuando un miembro femenino de la familia real de Japón pierde su título al casarse con un plebeyo, el Estado le paga una asignación, cuya suma se establece en una reunión de un consejo compuesto por ocho miembros entre los que se encuentra el primer ministro. Cuánto recibirá la princesa Mako aun está por determinar.
La noticia ha avivado en Japón el debate acerca de la menguante familia imperial.
La ley sí permite que los hombres se casen con plebeyas. El príncipe heredero, Naruhito, lo hizo y ha mantenido su estatus y sus títulos, pero su hermana, la princesa Sayako, los perdió en 2005 al contraer matrimonio con un funcionario del Ayuntamiento de Tokio.
bhr/anz/aaf/rba