• Un tanque ruso T-90.
Publicada: viernes, 2 de octubre de 2015 17:15
Actualizada: sábado, 3 de octubre de 2015 10:11

Un buque de guerra ruso cargado con 40 tanques T-90, uno de los principales modelos en activo en el Ejército de la Federación Rusa, ha atracado en el Puerto de Tartus, en el oeste de Siria.

Según un informe publicado este viernes por el diario libanés Ad-Diar, ha llegado al territorio sirio un buque ruso para entregar al Ejército de Siria 40 tanques T-90. Se prevé el suministro de nuevas entregas de estos tanques en un futuro próximo.

El informe detalla que, gracias a los suministros rusos, el Ejército sirio contará en las próximas semanas, por primera vez en su historia, con un total de 500 tanques T-90 , convirtiéndose así en el poder principal sobre el campo de batalla.

Tras afirmar que los tanques estarán acompañados de soldados y misiles antitanques rusos Kornet, el informe explica que las Fuerzas Terrestres del Ejército sirio recibirán 1000 piezas de artillería de 180 milímetros, que serán manejadas por tres batallones de soldados sirios.

Desde hace semanas, el Gobierno de Moscú ha enviado equipamiento militar de distintos tipos a territorio sirio y a sus aguas del mar Mediterráneo, con el fin de reforzar la lucha antiterrorista del Gobierno de Damasco.

Entre los equipamientos militares enviados, destacan los cazabombarderos Sujoi Su-24, Su-25, y Su-30; los helicópteros artillados y de ataque Mil Mi-24, Mi-25 y Mi-28, los tanques T-90 y los buques Korolev y Alexander Otrakovski, entre otros, además de gran número de efectivos de fuerzas especiales.

Cazabombarderos rusos tipo Su-24M, desplegados en una base aérea de la ciudad costera siria de Latakia.

 

El pasado miércoles, Rusia lanzó su primer ataque aéreo contra posiciones del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Siria, horas después de que el Senado del país euroasiático diera luz verde a la intervención de las Fuerzas Armadas rusas en el extranjero.

La ofensiva rusa, realizada por petición escrita del presidente sirio, Bashar al-Asad, tiene preocupados al régimen de Israel y Estados Unidos, que la han criticado, pronosticando que “Rusia no tendrá éxito”.

Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha puesto en tela de juicio la efectividad de la llamada coalición internacional anti-EIIL, lanzada desde hace un año con EE.UU. a la cabeza: “(EE.UU. y sus aliados) llevan más de un año atacando territorio sirio sin autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU)” y sin el consentimiento expreso de las autoridades oficiales de Siria, ha denunciado Putin.

Los ataques rusos tienen lugar días después de informes sobre la creación de un centro de coordinación de operaciones en Bagdad, capital iraquí, por Rusia, Irán y Siria para trabajar junto con las fuerzas populares iraquíes en la lucha contra EIIL; y de una sala de operaciones en Siria, compuesta por Irán, Rusia y el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), para combatir a los terroristas.

El pasado viernes, el secretario general de Hezbolá, Seyed Hasan Nasrolá, calificó de “positiva” la intervención de Rusia en el conflicto sirio: “Saludamos a todos los que apoyan a este frente, pues con su cooperación ayudarán a alejar los peligros que constituyen las amenazas para Siria y la región; por tanto calificamos de positiva la intervención de Rusia y ojalá tenga resultados positivos”, dijo el dirigente político libanés.

Este jueves, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, ha saludado los esfuerzos de Rusia contra EIIL y ha expresado el apoyo de Irán a cualquier iniciativa contra esa banda terrorista. En este sentido, Teherán presta su espacio aéreo para el paso hacia Siria de las aeronaves rusas, según informes del diario ruso Kommersant.

Desde el inicio de la crisis siria, varios países occidentales y de la región han sido los principales patrocinadores de los grupos armados que operan en el país árabe y han insistido en la salida del poder del presidente Al-Asad, cuyo Gobierno prioriza la lucha antiterrorista para defender la nación siria.

Escombros de viviendas sirias destruidas por el grupo terrorista EIIL en la norteña ciudad de Kobani, 6 de septiembre de 2015.

 

La violencia en Siria ha causado la muerte de más de 250.000 personas, además de dejar más de 11 millones de desplazados.

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