De acuerdo con el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), cinco personas han muerto este sábado y cuatro resultado heridas, algunas de gravedad, en la explosión de un coche bomba cerca de un mercado de verduras en la ciudad fronteriza siria de Ras al-Ain, situada en la provincia nororiental de Al-Hasaka.
De momento, ningún grupo u organización ha asumido la autoría del ataque en Ras al-Ain, localidad controlada por las fuerzas ocupantes de Turquía y sus mercenarios extremistas desde la ofensiva lanzada por Ankara en el noreste de Siria en octubre de 2019 para expulsar de la zona a la principal milicia kurda de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), apoyadas por EE.UU.
La ofensiva de carácter ilegal sobre territorio sirio por parte de las tropas turcas le permitió a Turquía tomar el control de una franja de territorio de 120 kilómetros de largo y unos 30 kilómetros de ancho en la frontera, que se extiende desde las ciudades de Tal Abyad hasta Ras al-Ain.
Desde entonces Turquía ataca con frecuencia aldeas y ciudades sirias en Al-Hasaka, forzando a los civiles de la zona a desplazarse. Es más, las tropas turcas y los grupos armados y extremistas a sueldo de Ankara han cortado en varias ocasiones el suministro de agua potable a los sirios residentes de dicha provincia, en medio de temores a la propagación del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Las autoridades sirias denuncian los crímenes de Ankara y el presidente de Siria, Bashar al-Asad, ha asegurado que Damasco recuperará el control de cada centímetro del país de manos de las fuerzas invasoras y ocupantes.
krd/nii/