• Sirios llenan agua de las cisternas proporcionadas por organizaciones humanitarias durante un corte de agua en Al-Hasaka, 22 de agosto de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: viernes, 11 de diciembre de 2020 1:00

Las fuerzas ocupantes de Turquía y sus aliados terroristas siguen cometiendo actos criminales contra residentes de la provincia siria de Al-Hasaka.

En un informe publicado el jueves, la agencia estatal siria de noticias SANA denunció que las tropas turcas y los grupos armados y extremistas que apoya continúan el crimen de cortar el suministro de agua potable a los sirios residentes de Al-Hasaka.

Según detalló el medio, citando a fuentes locales que pidieron permanecer en el anonimato, las fuerzas invasoras turcas interrumpieron el bombeo de agua de la estación de Aluk, dejando sin agua y con sed a millones de habitantes de la ciudad. Tal acto criminal constituye una “violación de las normas internacionales y humanitarias”, condena SANA.

El director general del establecimiento de agua de Al-Hasaka, Mahmud Akleh, enfatizó que la solución del problema radica en la “eliminación de las líneas tendidas clandestinamente por el ocupante turco y suspender su uso de la electricidad destinada a alimentar la estación Aluk”, remarcó.

 

La planta de Aluk está ubicada cerca de la frontera sirio-turca y es la principal fuente de abastecimiento de agua potable de la ciudad de Al-Hasaka y de las zonas residenciales circundantes, como Tal Tamer, así como de los campamentos de Al-Hol y Al-Arisha.

Diferentes organizaciones humanitarias sirias e internacionales han repudiado en reiteradas ocasiones que el corte de agua a los civiles constituye un crimen de guerra y un crimen de lesa humanidad, según el derecho internacional, incluidos los convenios de Ginebra que se aplican en tiempos de conflictos armados y buscan proteger a las personas que no participan en las hostilidades.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha aseverado también en muchas ocasiones que el corte del suministro de agua potable pone en peligro la vida de los sirios, en medio de la lucha de Damasco para frenar la propagación de la pandemia del coronavirus, causante de la COVID-19.

El Gobierno de Damasco ha reprochado a Ankara su conducta hostil en las zonas septentrionales de Siria y ha exigido a las Naciones Unidas que condenen los crímenes de Turquía y tomen medidas inmediatas para garantizar el suministro de agua potable a los civiles sirios residentes de Al-Hasaka.

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