El referido pacto exige, entre otros puntos, establecer una zona desmilitarizada de 15-20 kilómetros en la provincia de Idlib y evacuar de esta zona a los grupos terroristas y todo su armamento pesado. Además de garantizar el libre paso de civiles y bienes.
No obstante, Rusia y Siria han denunciado en reiteradas ocasiones que la parte turca no solo ha incumplido con sus compromisos respecto a este acuerdo, sino que apoya a los grupos radicales, tensando así más la situación del área.
A finales del pasado mes de febrero, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que Turquía ha violado el acuerdo al no garantizar la retirada de las armas pesadas de la zona de distensión en Idlib, y resaltó que dichas “ejemplares de equipos militares muy peligrosos” han caído en manos de los grupos armados.
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