En las operaciones antiterroristas de las fuerzas de seguridad sirias, desarrolladas en la ciudad de Daraa (suroeste), varias decenas de integrantes de grupos terroristas, como el Frente Al-Nusra, fueron abatidas antes de hacerse con el control de gran parte de la urbe.
El Ejército sirio también tomó el control de más zonas de la ciudad de Al-Hasaka (noroeste), la provincia de Latakia (oeste) y la provincia noroccidental de Hama.
Por otra parte el Ejército sirio eliminó a varios extremistas e hirió a muchos más en la provincia norteña de Alepo.
Las fuerzas sirias también consiguieron liberar parte de la carretera que conecta a diferentes ciudades de Siria a Raqa, principal bastión del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en el territorio sirio.
Todos estos operativos de seguridad estuvieron acompañados por cazas sirios que bombardearon las posiciones de los takfiríes, facilitando de este modo las labores de las fuerzas terrestres.
Mientras tanto los militares sirios continúan sus combates para liberar la antigua ciudad de Palmira, situada en el centro de Siria, que desde hace semanas está en poder de los terroristas.
Desde los mediados de 2011 Siria está sumergida en caos en la que varios grupos terroristas siembran terror en la población y tratan, sin éxito alguno, derrocar al Gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad.
Los combates entre los grupos terroristas activos en Siria van en aumento lo que favorece las operaciones del Ejército sirio. Los más fieros choques ocurren entre el grupo terrorista Frente Al-Nusra y la banda takfirí Daesh.
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