• "Inflitración de Davutoglu en territorio sirio constituye una violación de leyes internacionales"
Publicada: lunes, 11 de mayo de 2015 0:40
Actualizada: lunes, 11 de mayo de 2015 4:41

El Gobierno sirio ha condenado enérgicamente la visita sin permiso del premier turco, Ahmet Davutoglu, a la tumba del abuelo del fundador del Imperio Otomano, Suleiman Sha, sita en el norte del país árabe y la ha tachado de una “infiltración” que viola las leyes internacionales.

La infiltración de Davutoglu en el territorio sirio sin acuerdo con el Gobierno sirio supone una clara agresión a un país soberano y una violación de las leyes y acuerdos internacionales".

"La infiltración de Davutoglu en el territorio sirio sin acuerdo con el Gobierno sirio supone una clara agresión a un país soberano y una violación de las leyes y acuerdos internacionales", ha denunciado el Gobierno de Damasco mediante un comunicado publicado este domingo por la estatal agencia SANA.

Según la fuente, esta visita forma parte de las propagandas de cara a las elecciones parlamentarias a celebrarse el próximo mes de junio.

Las autoridades turcas, afirma el diario turco 'Hurriyet', no han comentado ni antes ni después sobre este breve pero polémico viaje, debido a su sensibilidad.

La visita a la tumba de Suleiman Sha ha sido la primera de un líder político de Turquía, país que se considera el propietario de la misma por un convenio firmado en 1921 entre Francia y Turquía.

Las fotos publicadas tras la visita de Davutoglu que tuvo lugar bajo estrictas medidas de seguridad, muestran al premier saludando a los soldados turcos estacionados en esa zona siria.

Los tanques turcos pasan por la ciudad fronteriza de Kobani en dirección al mausoleo de Suleiman Sha, 21 de febrero de 2015

 

En febrero, el Ejército turco lanzó una operación militar en la provincia noroccidental de Alepo, sin consentimiento de Damasco, so pretexto de trasladar el contenido de la tumba a la frontera, un acto provocador que fue tildado por Siria de una “flagrante agresión” contra su soberanía y exigió una reacción inmediata por parte de las Naciones Unidas.

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