Según la agencia de noticias estatal siria SANA, el portavoz de la Cancillería siria, Alexander Lukashevich, en un ejemplo de su acusación, aseguró que el grupo terrorista Frente Al-Nusra, ligado a Al-Qaeda, consiguió armas estadounidenses tras vencer en una reciente ofensiva contra la base del grupo rival Hazm, apoyado por Washington.
Lukashevich deploró también que muchos de los denominados ‘combatientes moderados’ de Hazm se hayan unido al Frente Al-Nusra tras la disolución de su célula.
Con esas palabras, el funcionario ruso se refirió a un reciente acuerdo entre EE.UU. y Turquía con el objetivo de equipar y entrenar a más de 5000 personas en el territorio turco y otros países como Arabia Saudí y Catar, las que luego tienen planeado enviar a Siria para que luchen contra el Gobierno de Damasco.
Por otro lado, Moscú se mostró preocupado por una posible intervención militar de EE.UU. en Siria con el pretexto de respaldar a los ‘rebeldes moderados’.
“Eso significa que cualquier ataque de las fuerzas sirias contra la ‘oposición moderada’ siria abrirá la puerta frente a un ataque estadounidense contra las fuerzas gubernamentales y esto es preocupante", afirmó.
En declaraciones similares, el presidente sirio, Bashar al-Asad, precisó hace dos días que los llamados ‘rebeldes moderados’ no existen en realidad ya que todas las personas que Washington y sus aliados han entrenado se han unido a grupos extremistas como EIIL (Daesh, en árabe).
El Gobierno de Damasco excluye del futuro político de Siria a aquellos que se han alzado en armas contra la nación y han creado caos e inseguridad en el país.
La Casa Blanca y sus aliados alegan ser patrocinadores en la región de los grupos armados que no tienen ideologías radicales, empero, tanto Irak como Siria han presentado en varias ocasiones evidencias que atestiguan la entrega de armas y otros tipos de ayuda de Occidente al EIIL, que comete todo tipo de crímenes, incluidos de lesa humanidad, en ambos países árabes.
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