Se trata de un proyecto aprobado por la alcaldía de Miami, en el sureste de EE.UU., por un valor de 4 millones de dólares, en el cual se infecta a millones de mosquitos machos con una bacteria (bautizada como Wolbachia) que afecta el sistema reproductivo de los insectos que portan los virus del dengue y el zika.
Con este método se espera disminuir de manera significativa la población de mosquitos e insectos que transmiten dichas enfermedades sin causar daño alguno en el ecosistema, dado que los mosquitos no son genéticamente modificados ni se ha usado material químico para infectarlos.
“Los infectamos con Wolbachia”, explica Patrick Kelly, gerente de operaciones de MosquitoMate. “No hay químicos, no hay modificación genética, es todo biológico y seguro para el medio ambiente y no tiene consecuencias en otros insectos, humanos o mascotas".
Los infectamos con Wolbachia”, explica Patrick Kelly, gerente de operaciones de MosquitoMate. “No hay químicos, no hay modificación genética, es todo biológico y seguro para el medio ambiente y no tiene consecuencias en otros insectos, humanos o mascotas”.
hgn/nii/