• En los ancianos se registra una pérdida de memoria pero socialmente se magnifica esa pérdida puesto que la padece una persona mayor.
Publicada: miércoles, 4 de octubre de 2017 2:26
Actualizada: miércoles, 4 de octubre de 2017 21:17

En este artículo estudiamos las vías para combatir la pérdida de memoria en los mayores de edad.

La memoria es una de las capacidades cognitivas que más preocupan a las personas adultas y mayores. Su pérdida, que tiende a expresarse en forma de queja subjetiva, conduce a que las personas busquen recursos para su entrenamiento y contrarrestar este sentimiento.

Uno de los recursos existentes son los talleres de entrenamiento de memoria, unos programas psicoeducativos dirigidos a personas mayores y adultas, sin deterioro cognitivo, con el fin de trabajar la memoria y sus funciones cognitivas.

Los primeros programas de entrenamiento surgieron en los 70 y fueron dirigidos a personas con trastornos orgánicos cerebrales. Su principal finalidad era estimular la capacidad cognitiva y promover la rehabilitación. Es a partir de esta experiencia y sus resultados satisfactorios cuando estos programas se han adaptado a la población anciana.

“Es importante trabajar la memoria con los mayores porque, aunque hay pérdida, se produce un deterioro en determinadas estructuras, no hay un deterioro global. El cerebro envejece y conlleva una pérdida tanto neuronal como de atención, de varias funciones cognitivas”, subrayó el martes en una entrevista con Infosalus la doctora en Psicología Cristina Vidal-Martí, con motivo de la publicación de ‘Actividades en grupo de mayores para entrenar la memoria’ (Editorial CCS).

Según advirtió la especialista, en los ancianos se registra una pérdida de memoria pero socialmente “se magnifica” esa pérdida puesto que la padece una persona mayor.

Es importante trabajar la memoria con los mayores porque, aunque hay pérdida, se produce un deterioro en determinadas estructuras, no hay un deterioro global. El cerebro envejece y conlleva una pérdida tanto neuronal como de atención, de varias funciones cognitivas”, subraya la doctora en Psicología Cristina Vidal-Martí.

 

“Por ejemplo, si a un niño le pides que vaya al supermercado y se deja uno de los tres ingredientes que le has pedido le riñes porque no ha prestado la suficiente atención. Sin embargo, si una persona mayor se olvida, ese olvido lo atribuyes al deterioro de la memoria, cuando igual si lo trabaja esos olvidos pueden disminuir”, apostilla la también educadora social.

Asimismo, resalta que las personas mayores llegan a un punto en el que dejan de ‘esforzarse’ por ejercitar esa memoria puesto que son conscientes de que es propio de la edad perderla.

“Si a su vez hay algo de carácter emocional esa pérdida se ve intensificada, sobre todo por tener a alguien con trastorno cognitivo cerca. Por eso se realizan talleres de entrenamiento de memoria, para ayudar a estas personas mayores de que tomen conciencia de que sí hay una pérdida, pero que si se entrena se puede llevar de manera mejor, se puede optimizar su capacidad de memoria”, apostilla Vidal-Martí.

Además, subraya que a medida que las personas envejecen centran su atención en el funcionamiento de esta facultad cognitiva, sus cambios son vividos con cierto malestar, en parte, por asociar de manera errónea la pérdida de memoria con padecer un trastorno neurocognitivo. Otro motivo para seguir con estos talleres adelante es la prevención, añade.

La psicóloga detalla que las actividades en grupo facilitan que las personas compartan su preocupación por la memoria pero, a su vez, que puedan encontrar en el grupo un espacio terapéutico que les ayude y motive a seguir entrenando su memoria.

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