Durante la noche el cuerpo gasta energía, por lo que se recomienda a los adultos dormir entre 7 y 9 horas diarias y a los niños unas diez horas.
Los investigadores del estudio han desterrado el mito de que cuanto más se duerme, menos calorías se queman y, por ende, más posibilidades hay para engordarse, ha publicado el portal médica “Infosalus”.
"Durante la noche el cuerpo gasta energía, por lo que se recomienda a los adultos dormir entre 7 y 9 horas diarias y a los niños unas diez horas", ha apostillado Carolina Muro, la autora principal del estudio.
Diariamente el organismo gasta un 10 por ciento del total de la energía cuando digiere, absorbe y almacena los alimentos; entre el 10 por ciento y el 30 por ciento en la actividad física; y hasta un 70 por ciento en respirar, pensar o dormir.
Además, tal y como ha analizado Muro, la falta de sueño hace que las hormonas implicadas en la regulación del apetito (la leptina y la grelina) se desequilibren. En concreto, la leptina, una hormona que regula el efecto saciante del apetito, está en niveles bajos cuando no se descansa bien, y, por el contrario, la grelina aumenta sus niveles estimulando así el apetito.
"Por tanto, si no se duerme bien se favorece que se tenga más hambre", ha resaltado la nutricionista.
De hecho, la experta ha aconsejado desayunar y cenar las mismas calorías. Es decir, en el desayuno ingerir entre el 20 y el 25 por ciento de la energía total del día, a media mañana el 10 por ciento, en la comida el 30 por ciento, en la merienda el 10 por ciento y en la cena entre el 20 y el 25 por ciento.
myd/nal
