El estudio de diez meses, realizado en un área remota urbana de Guatemala, documenta un sistema barato, respetuoso con el medio ambiente y fácil para reducir los mosquitos 'Aedesgenus' portadores de virus al capturar y destruir sus huevos, según informa ABC News.
El sistema incluye una innovadora trampa diseñada por investigadores canadienses llamada "ovillanta", creada a partir de dos secciones de 50 centímetros de un neumático de coche viejo, colocadas en forma similar a la boca, con una válvula de descarga de fluido en la parte inferior.
Decidimos utilizar neumáticos reciclados, en parte, debido a que los neumáticos ya representan hasta el 29 por ciento de los sitios de reproducción elegidos por los 'Aedes aegypti'; porque los neumáticos son un instrumento universalmente accesible en entornos de bajos recursos", describe Gerardo Ulibarri, líder del estudio.
Dentro de la cavidad de la cubierta inferior, una solución no tóxica a base de leche desarrollada en la Universidad Laurentian, Sudbury, Canadá, atrae a los mosquitos.
Insertado para que flote en el estanque artificial hay una tira de madera o de papel en la que el insecto hembra pone sus huevos. La tira se retiró dos veces por semana, analizándola a efectos de control, y los huevos se destruyeron empleando fuego o etanol.
La solución, que ahora incluye feromona de mosquito (aroma químico del insecto hembra que ayuda a otros a identificar un sitio de reproducción seguro), se drena, se filtra y se coloca de nuevo en la llanta. La feromona se concentra con el tiempo, haciendo de la ovillanta aún más atractiva para los mosquitos.
Estos expertos encontraron que la ovillanta de caucho resulta significativamente más eficaz para atraer el mosquito 'Aedes' que las trampas estándar a base de cubos de un litro.
"Decidimos utilizar neumáticos reciclados, en parte, debido a que los neumáticos ya representan hasta el 29 por ciento de los sitios de reproducción elegidos por los 'Aedes aegypti'; porque los neumáticos son un instrumento universalmente accesible en entornos de bajos recursos, y porque dar a los neumáticos viejos un nuevo crea una oportunidad para limpiar el medio ambiente local", describe Gerardo Ulibarri, líder del estudio.
Las trampas de neumáticos también son mucho más baratas: cuestan solo 20 % de lo que tendría que gastarse en combatir al insecto con pesticidas, dicen los investigadores.
Por ahora no existe ni vacuna ni tratamiento contra la enfermedad que provoca el virus del Zika, que podría afectar a hasta cuatro millones de personas en América. El contagio causa fiebre, erupciones en la piel y dolores articulares.
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