“Tenemos un gran nivel de interacción, compartimos un gran volumen de informaciones de inteligencia, operativas y de alertas”, ha dicho este martes el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR, por sus siglas en ruso), Serguéi Narishkin, citado por la agencia rusa de noticias TASS.
Tras subrayar la posición general bastante “fuerte” con China, tanto sobre el desarrollo de las relaciones transnacionales como sobre la actitud ante los principales eventos globales, el titular ruso ha asegurado que el nivel de las relaciones entre Moscú y Pekín “no tiene precedentes”.
Refiriéndose a la reunión sostenida con su homólogo estadounidense, el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), William Burns, celebrado el pasado 14 de noviembre en Turquía, Narishkin ha declarado que “fue una gran reunión para decir muchas cosas el uno al otro y aclarar las posturas”.
También, ha apuntado la posibilidad de que este encuentro pudiera repetirse en un futuro próximo, previo acuerdo de ambas partes.
Según Moscú, el fortalecimiento de los lazos entre Rusia y China se realizan con el fin de hacer frente a la presión y las provocaciones sin precedentes de Occidente y busca defender no solo sus propios intereses, sino también a todos aquellos que defienden un orden mundial verdaderamente democrático.
Rusia y China se alinean cada vez más, en medio de la escalada de las tensiones en diversos sectores entre el gigante asiático y EE.UU., así como el deterioro de los nexos Moscú-Washington, sobre todo después del inicio del conflicto en Ucrania el 24 de febrero de 2022.
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