• Vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, en un discurso en Duma rusa, 28 de mayo de 2018.
Publicada: jueves, 28 de julio de 2022 17:52

El Gobierno ruso ha vuelto a asegurar que responderá de manera simétrica a la acumulación militar de la OTAN en Finlandia y Suecia luego de su adhesión al bloque.

“Nuestras respuestas serán simétricas a estos pasos [...] La reacción de Rusia ante estos sucesos será la necesaria y suficiente, estoy seguro que podremos proteger nuestros intereses, proteger los intereses de nuestro país, garantizar su seguridad, la seguridad de nuestros ciudadanos con los medios necesarios”, de este modo, ha asegurado el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, que Moscú está listo para hacer frente a la presencia militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Finlandia y Suecia tras el ingreso de ambos países en el bloque.

En cuanto a las posibles provocaciones de estos dos candidatos a la OTAN, ha dejado claro que Finlandia y Suecia pueden elegir diferentes rutas de avance en el marco de la Alianza y tomar la decisión de crear bases en sus territorios y emplazar armas ofensivas.

De igual manera, según ha indicado el también expresidente ruso, la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN solo haría más difícil la situación de la región “a la hora de garantizar la seguridad para todos”.

Es más, Medvédev ha sostenido que a su juicio tal medida deteriora la seguridad en la región del Báltico y la convertiría en un “mar dominado por la OTAN”.

 

En este sentido, ha puesto de relieve que el ingreso de estos países también afectará las relaciones diplomáticas que mantienen con Moscú. “Las relaciones con la Suecia neutral también serán revisadas”, ha expresado.

Esto mientras que, a fines del pasado mes de junio, la OTAN invitó formalmente a Suecia y Finlandia a unirse a la alianza militar, según confirmó una declaración de los Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN.

Con Finlandia, la frontera del bloque militar se acercará aún más al territorio ruso, casi 1400 kilómetros de línea común que afianza la posición de la Alianza en una zona próxima de gran interés económico y geoestratégico para Moscú, es decir, el Ártico.

A su vez, el Kremlin advierte a Finlandia y Suecia que su ingreso a la OTAN no fortalecerá su seguridad y califica la decisión de “otro error grave que tendrá consecuencias de largo alcance”.

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