“La escala de esta presencia militar va mucho más allá de la necesidad de neutralizar, es desproporcionadamente grande”, ha expresado este miércoles el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, en una entrevista concedida al canal Channel News Asia, en la capital malasia Kuala Lumpur.
Y el hecho de que Washington se retirara recientemente del Tratado de Defensa Antimisiles fue un factor desestabilizador de importancia mundial, ya que provoca una nueva carrera armamentista que nos tienta con la lógica de la destrucción mutua, ya que está relacionado con la estabilidad estratégica”, ha subrayado el jefe de la Diplomacia rusa.
Ha cuestionado también la cooperación del Gobierno norteamericano con Corea del Sur y Japón para construir una defensa antimisiles en la zona que, en su opinión, no conduce a la paz.
En alusión a la retirada unilateral de Washington del Tratado de Defensa Antimisiles (ABM, por sus siglas en inglés), ha estimado que la medida desestabiliza la seguridad internacional.
“Y el hecho de que Washington se retirara recientemente del Tratado de Defensa Antimisiles fue un factor desestabilizador de importancia mundial, ya que provoca una nueva carrera armamentista que nos tienta con la lógica de la destrucción mutua, ya que está relacionado con la estabilidad estratégica”, ha subrayado el jefe de la Diplomacia rusa.
En este sentido, ha enfatizado que Moscú no está en busca de una carrera armamentística, sin embargo, goza de suficientes medios tecnológicos para neutralizar los esfuerzos de construir la defensa antimisiles.
Lavrov ha recordado que en 2009, el presidente de EE.UU., Barack Obama, consideró innecesario el establecimiento de un sistema antimisiles en Europa, si los diálogos nucleares entre el G5+1 y el país persa daban resultados.
“Parece que (Obama) no estaba diciendo la verdad”, ha concluido el ministro de Exteriores de Rusia, quien se encuentra en Malasia para asistir a la reunión de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
El tema del despliegue del escudo antimisiles de EE.UU. en Europa bajo el pretexto de la amenaza iraní, es uno de los mayores conflictos en las relaciones entre Moscú y Washington.
Rusia considera que estos escudos antimisiles suponen un riesgo para la seguridad nacional y exige a EE.UU. garantías de que estos misiles no se dirigirán hacia su territorio.
El pasado 15 de julio, el Departamento de Estado de EE.UU. descartó cumplir con su promesa de desmantelar el escudo antimisiles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa luego de la conclusión de los diálogos Teherán-Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
En reiteradas ocasiones, Moscú ha criticado a la OTAN y Estados Unidos por sus planes expansionistas en Europa y en especial en las zonas orientales del continente, donde cada vez despliegan más tanques, armas pesadas, escuadrones de cazas y cazabombarderos.
Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos se deterioraron drásticamente, según algunos a niveles no vistos desde la Guerra Fría, debido a la crisis ucraniana y se acusan el uno al otro de causar la crisis en el país europeo que hasta el momento se ha saldado con la vida de más de 6400 personas.
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