Los líderes han acordado un alto al fuego a partir de la medianoche del 6 de marzo en la provincia siria de Idlib y los combates se detendrán a lo largo de toda la línea de contacto. Además, Rusia y Turquía crearán un corredor de seguridad en el área de la autopista M4.
Al mismo tiempo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que Ankara se reserva el derecho de responder a las acciones de las tropas sirias.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y Erdogan reafirmaron su compromiso con la soberanía siria, y señalaron su determinación para combatir todas las manifestaciones de terrorismo.
Según algunos expertos, la decisión tomada en Moscú, entre los líderes de Rusia y Turquía, es un arma de doble filo, y es que pese a que las negociaciones han sido anunciadas como “satisfactorias”, no existen garantías de que Erdogan cumpla su palabra.
Al final de la rueda de prensa, el mandatario turco invitó a su par ruso a visitar Turquía por los 100 años del establecimiento de sus relaciones diplomáticas.
Para Putin y Erdogan, este es el tercer encuentro en lo que va del 2020. Se reunieron previamente en la ciudad turca de Estambul y después en Berlín, capital alemana, durante la conferencia sobre Libia.
Sin embargo, pese a los acuerdos alcanzados, el Gobierno turco continúa violando la soberanía de Siria, por lo que los expertos confirman que, mientras no se logre pacificar las acciones de Turquía en territorio sirio, morirá más gente inocente y el flujo de migrantes a Europa será incesante.
Cristian Eloy Torres, Moscú.
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