Más de 800 miembros de al menos seis organizaciones locales de cosacos patrullarán las calles, las zonas de aficionados y los centros de entrenamiento de los equipos durante el recién comenzado torneo, han informado líderes de esos grupos y funcionarios regionales, según recogía ayer jueves Reuters.
La agencia británica de noticias dice haber identificado a al menos 19 miembros de esos grupos que habrían combatido junto a los independentistas del este de Ucrania o como contratistas militares privados en Siria.
Moscú, sin embargo, niega haber brindado apoyo militar a los independentistas en el este de Ucrania y asegura no tener nada que ver con esos grupos armados. Según la ley rusa, trabajar como “mercenario” en el extranjero es ilegal.
Los cosacos tradicionalmente custodiaban las fronteras del Imperio ruso, pero fueron reprimidos por la extinta Unión Socialista de Repúblicas Soviéticas (URSS). Actualmente, muchas unidades de cosacos están registradas y son financiadas por el Gobierno central a cambio de su lealtad. Los 19 combatientes identificados por Reuters eran miembros de grupos registrados oficialmente.
Los estatutos de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) estipulan, por otra parte, que la entidad “se compromete a respetar todos los derechos humanos reconocidos internacionalmente y se esforzará por promover la protección de estos derechos”.
La organización “confía completamente en el concepto integral de seguridad” desarrollado por las autoridades rusas y los organizadores del torneo, ha destacado un portavoz de la FIFA citado por Reuters.
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