“Kiev ha confirmado definitivamente su objetivo de resolver por la fuerza el conflicto. Al promulgar esa ley, Poroshenko ha tachado de facto los Acuerdos de Minsk y ha desatado las manos al partido de la guerra”, aduce en un comunicado la Cartera rusa.
Se trata de la llamada ley para la reintegración de las regiones de Donbás (como se conoce las dos regiones de Donetsk y Lugansk), firmada el martes por Poroshenko, con la que Ucrania busca “legalizar el uso del Ejército contra la población civil”, asegura la nota de la Cancillería rusa.
Moscú argumenta en contra que la ley en cuestión —que ha entrado este mismo sábado en vigor— provocará una “seria escalada en el sureste de Ucrania”, por lo que ha pedido a los “patrocinadores occidentales” de Kiev que contribuyan a evitar “un escenario mortal para el Estado ucraniano”.
Kiev ha confirmado definitivamente su objetivo de resolver por la fuerza el conflicto. Al promulgar esa ley, Poroshenko ha tachado de facto los Acuerdos de Minsk y ha desatado las manos al partido de la guerra”, aduce el Ministerio de Exteriores de Rusia.
Con tal medida, denuncia el texto, Poroshenko ha violado los acuerdos de alto el fuego para el este de Ucrania firmados en Minsk (capital de Bielorrusia).
Poroshenko ha firmado dicha ley a un mes del cuarto aniversario del referéndum de marzo de 2014 que dio lugar a la reunificación de Crimea con Rusia. Desde abril del mismo año Ucrania lleva a cabo una operación contra los independentistas en el este de su territorio, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Kiev trata de achacar a Moscú dicha crisis, aunque las autoridades rusas insisten en que su país no tiene nada que ver con el conflicto en Ucrania y, de hecho, esperan que su vecino supere cuanto antes la crisis.
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