“Rusia sigue estando abierta al diálogo con todos los socios en aras de una solución justa de la crisis sobre una base aceptable para todos los grupos sirios, de acuerdo con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU)”, reza un comunicado ministerial emitido este sábado tras el contacto telefónico.
En este, Lavrov ha dicho no obstante a su interlocutor que “los ataques ilegales del 14 de abril al territorio de Siria”, obra precisamente de Francia, EE.UU. y el Reino Unido, socavaron los progresos que se habían hecho para solucionar la larga crisis en las cumbres de Astaná (capital de Kazajistán) y Sochi (en el suroeste de Rusia).
Además, como ha indicado el ministro ruso a su homólogo, los bombardeos occidentales se cometieron en vísperas de la llegada de los inspectores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) al lugar del presunto ataque químico de Duma (al este de la capital siria, Damasco) que sirvió de pretexto a Washington, Londres y París.
Por otra parte, Lavrov ha informado a Le Drian de los resultados de la reunión mantenida este mismo sábado en Moscú (capital rusa) entre él y sus homólogos iraní y turco, Mohamad Yavad Zarif y Mevlut Cavusoglu, respectivamente. Irán, Rusia y Turquía copatrocinan el proceso de Astaná.
Los tres cancilleres han celebrado la reducción de la violencia como resultado del mecanismo que auspician, han reiterado su compromiso a respetar y hacer respetar la soberanía siria y han insistido en la idoneidad de la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad, de diciembre de 2015, como base de una salida política a la crisis siria.
Rusia sigue estando abierta al diálogo con todos los socios en aras de una solución justa de la crisis sobre una base aceptable para todos los grupos sirios, de acuerdo con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU)”, reza un comunicado emitido por el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores.
Se da la circunstancia de que el supuesto ataque químico de Duma —denunciado de nuevo el jueves como “montaje” por Moscú y Damasco— se declaró el 7 de abril, apenas tres días después de la precedente reunión trilateral ruso-irano-turca, y poco después también de volver a hablar el presidente de EE.UU., Donald Trump, de finalizar el despliegue estadounidense en Siria, que Damasco rechaza.
El bombardeo con misiles occidental del 14 de abril, denunciado a nivel internacional como agresión no provocada a un Estado soberano, contraria a la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha llevado a las autoridades iraníes y turcas a manifestar su intención de reforzar su postura común sobre Siria, junto con Rusia.
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