En 2017, las autoridades de los países bálticos instaron a Estados Unidos y la OTAN a poner en marcha medidas de seguridad adicionales en la región, manifestando inquietud por las maniobras militares rusas cerca de las fronteras occidentales del país euroasiático.
No obstante, Moscú ha señalado a la OTAN como la primera que se emplazó junto a las fronteras rusas y ha denunciado la expansión de la Alianza Atlántica cerca de sus límites fronterizos, tachándola de amenaza a la estabilidad y la seguridad de la región.
tqi/rha/alg/mkh
