• El ministro de Defensa de Rusia Serguei Shoigu en la VII Conferencia Internacional de Seguridad de Moscú (la capital rusa), 4 de abril de 2018.
Publicada: miércoles, 4 de abril de 2018 15:24

La “coalición contra EIIL (Daesh, en árabe)” dirigida por Estados Unidos no solo no ha ayudado a frenar a los terroristas en Siria, sino que ha desestabilizado aun más la región de Oriente Medio, denuncia el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú.

“Es difícil creer que la poderosa coalición no pudiera frenar a los terroristas y es que, al parecer, su objetivo era otro, desestabilizar la situación de la región”, ha afirmado este miércoles Shoigú en la VIIª Conferencia Internacional de Seguridad de Moscú (capital rusa).

La derrota del grupo terrorista EIIL hubiera sido más rápida si la “coalición” se hubiera sumado a los esfuerzos de Rusia, Irán, Turquía y Siria, pero el objetivo de las fuerzas dirigidas por EE.UU. no era ese, sino “fortalecer su presencia militar y económica en la zona”, ha subrayado el ministro ruso.

El alto mando militar ha señalado en este sentido que en Siria se han destruido 17 aviones no tripulados espías pertenecientes a los terroristas capaces de operar a distancias de hasta 100 kilómetros, algo imposible sin apoyo técnico de países desarrollados.

Es difícil creer que la poderosa coalición (contra EIIL, Daesh en árabe) no pudiera frenar a los terroristas y es que, al parecer, su objetivo era otro, desestabilizar la situación de la región”, ha dicho el ministro de Defensa de Rusia , Serguéi Shoigú.

 

En otro momento de su exposición, Shoigú ha advertido del aumento de la presencia de Daesh en Afganistán, país asiático que podría convertirse en refugio para distintos grupos terroristas.

“Hoy en Afganistán hay unos 4500 terroristas de Daesh y su número crece constantemente (…) La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) no ha logrado normalizar la situación tras permanecer allí más de 15 años”, ha añadido.

Los miembros de la banda takfirí Daesh han tratado en los últimos meses de pasar desde Irak y Siria a Afganistán, país extremamente inseguro tras más de una década de presencia militar extranjera liderada por Washington con el pretexto de combatir el terrorismo.

Pese a que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha reconocido ya que el país norteamericano “está perdiendo” en su prolongada guerra en Afganistán, ha anunciado que enviará más tropas.

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