Según informó el domingo el diario ruso Izvestia, la Armada rusa está blindando las costas del país con nuevos sistemas de defensa Bastion y Bal, los que remplazarán los viejos sistemas Redut y Rubezh.
“Debido a la creación de nuevos batallones de misiles y al rearme con los sistemas Bastion y Bal, estos batallones se han convertido en verdaderos monstruos, capaces no solo de proteger las costas sino también de destruir objetivos terrestres”, detalla el medio ruso.
Estos sistemas están equipados con drones de reconocimiento con el fin de asegurar una autonomía completa en la búsqueda de objetivos, agrega el informe.
Debido a la creación de nuevos batallones de misiles y al rearme con los sistemas Bastion y Bal, estos batallones se han convertido en verdaderos monstruos, capaces no solo de proteger las costas sino también de destruir objetivos terrestres”, informa el diario ruso Izvestia.
Según datos obtenidos por el medio, la Marina rusa recibirá hasta el 2020 anualmente cuatro sistemas de misiles Bastión y Bal, adicionales a los que ya están en manos de todas las flotas rusas.
Los primeros sistemas de este tipo fueron instalados en las islas de Kuriles, donde Rusia y Japón mantienen disputas territoriales.
La Armada rusa también reforzó las tropas costeras de la región de Kaliningrado, donde la instalación de los novedosos Bastion provocó cierta preocupación por parte de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), recuerda el medio.
Este rearme coincide con el aumento de la presencia militar y el despliegue de sistemas de misiles por parte de Rusia en sus fronteras occidentales en respuesta a la expansión de la Alianza Atlántica y la instalación de un escudo antimisiles.
Rusia ha denunciado, de hecho, que el refuerzo de las tropas de la OTAN en sus fronteras occidentales “amenaza” su seguridad nacional y es un factor desestabilizador en la región, por lo que ha adoptado una serie de contramedidas.
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