Así lo señala la Cancillería rusa en un comunicado emitido el jueves respecto a la reticencia de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) a indagar el supuesto ataque químico del 4 de abril contra la ciudad de Jan Sheijun, en la provincia siria de Idlib (noroeste).
“Parece que nadie tiene prisa por ir a Jan Sheijun a verificar los detalles de un caso resonante como éste (…) Es verdaderamente triste que la misión de la OPAQ no demuestre actividad en casos relacionados con el uso de armas químicas”, apunta la Cartera rusa en su nota.
El Ministerio ruso de Asunto Exteriores destaca que la OPAQ sigue postergando el envío de sus expertos a la referida ciudad siria por “condiciones desfavorables de seguridad”. En respuesta a ese pretexto, la Cancillería rusa asegura que todas las condiciones de seguridad han sido creadas en Siria, según las obligaciones estipuladas en la Convención sobre las Armas Químicas, en vigor desde 1997.
Esta convención otorgó a la OPAQ el mandato de erradicar para siempre el flagelo de las armas químicas y de verificar la destrucción, en los plazos establecidos, de los arsenales de armas químicas declarados.
Parece que nadie tiene prisa por ir a Jan Sheijun a verificar los detalles de un caso resonante como éste (…) Es verdaderamente triste que la misión de la OPAQ no demuestre actividad en casos relacionados con el uso de armas químicas”, apunta la Cancillería rusa en un comunicado.
La Cartera rusa destaca asimismo que las delegaciones de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia siguen bloqueando los intentos por encontrar quién está en realidad detrás del posible uso de gas sarín en Idlib.
Recuerda además que la misma postura del Occidente fue visible ya en otra sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) celebrada el 23 de mayo. “Eso confirmó una vez más que quienes denuncian a Damasco no están interesados en establecer la verdad en una cuestión tan crucial como quién está detrás del posible uso de gas sarín en la provincia siria de Idlib el 4 de abril”, se lee en la nota.
En tal contexto, el canciller ruso, Serguei Lavrov, acusó el 21 de abril, al Occidente de buscar cambiar el Gobierno del presidente Bashar al-Asad en Siria bloqueando una iniciativa de Moscú y Teherán en la OPAQ.
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