Varios oficiales estadounidenses, entre ellos el general de brigada Charles Corcoran, de la Fuerza Aérea de EE.UU., acusaron a los aviones rusos –que operan en Siria en el marco de su operativo antiterrorista– de sobrevolar peligrosamente cerca de los aviones de la coalición, que, supuestamente, también combate a los terroristas del EIIL (Daesh, en árabe), según sus declaraciones publicadas el lunes por el diario Wall Street Journal.
A nuestros colegas estadounidenses no les gusta notificarnos sus planes de usar aviones de combate. Solo ocasionalmente indican el período de tiempo y un área aproximada”, denuncia el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.
El Ministerio ruso de Defensa afirmó en una declaración el miércoles que es difícil decir si estas acusaciones son las opiniones personales del general o si son solo parte de "la función de despedida rusófoba de la Administración saliente de Estados Unidos".
El portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, aseguró que Rusia no ha recibido quejas en este sentido ni por parte del Pentágono ni del general Corcoran durante las videoconferencias regulares que se mantienen sobre el cumplimiento del memorándum de prevención de incidentes en el cielo sirio, y que tanto las Fuerzas Aéreas de EE.UU. como las de la coalición están intentando actuar de manera “secreta” en Siria.
"A nuestros colegas estadounidenses no les gusta notificarnos sus planes de usar aviones de combate. Solo ocasionalmente indican el período de tiempo y un área aproximada, pero no los tipos específicos de aeronaves y su afiliación”, denunció Konashenkov.
Esto ha permitido que EE.UU. eluda su responsabilidad sobre los trágicos “errores” de los aviones de la coalición y evite la responsabilidad por la muerte de civiles, así como la destrucción de objetos civiles, aseveró el portavoz ruso, que recuerda el reciente ataque por error de un bombardero B-52 estadounidense, que causó la muerte de más de 20 civiles en la provincia de Idlib (noroeste).
Además del memorando de cielos abiertos firmado en octubre de 2015, ambos países establecieron una línea directa para discutir las ubicaciones aproximadas y evitar incidentes. A este respecto, Konashenkov denunció también que, a menudo, los estadounidenses simplemente no se encuentran en el otro lado de la línea directa y que si lo hicieran, no tendrían que "inventarse un problema inexistente en una entrevista con el Wall Street Journal".
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