“El objetivo principal de esta guerra premeditada es la disolución de la República Islámica de Irán cambiando las creencias del pueblo iraní, sobre todo de los jóvenes”, asevera el Líder en una reunión con directores y responsables de la Organización de la Radio y Televisión de Irán (IRIB, por sus siglas en inglés).
El objetivo principal de esta guerra premeditada es la disolución de la República Islámica de Irán cambiando las creencias del pueblo iraní, sobre todo de los jóvenes", subraya el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
Haciendo hincapié en el destacado papel de la IRIB en este “serio campo de batalla”, dice que este organismo debe poner en marcha planes “precisos y prudentes” para cumplir con sus deberes.
En cuanto a las características de la guerra blanda, explica, que no se trata de una guerra evidente, inteligible y palpable; para después aclarar que en algunos casos, el agresor hace daño, sin que la sociedad objetiva se dé cuenta de un ataque en su contra.
Otro de los objetivos de esta guerra contra el pueblo persa, añade, es infundir ideas no realistas en los jóvenes sobre el mundo, especialmente sobre EE.UU. y Europa, y hacerles creer que los países avanzados son lugares cómodos, seguros y sin problemas.
Para los enemigos del país persa, precisa, no es importante que Irán continúe existiendo con el nombre de la “República Islámica” o que un clérigo lidere, siempre y cuando actúe a favor de los intereses de Estados Unidos, el sionismo y la hegemonía.
Nuestra gente tiene algunas creencias acerca de los anteriores regímenes corruptos y autoritarios, (pero) en la guerra blanda se hacen esfuerzos para representar el pasado feo, malo y negro como uno brillante y hermoso”, explica el Líder iraní.
A continuación, manifiesta que otro intento de los enemigos es tergiversar la historia, “nuestra gente tiene algunas creencias acerca de los anteriores regímenes corruptos y autoritarios, (pero) en la guerra blanda se hacen esfuerzos para representar el pasado feo, malo y negro como uno brillante y hermoso”.
De tal manera, los enemigos tratan de inculcar esta idea a sus objetivos ―las élites, los universitarios y jóvenes iraníes― que la realización de la Revolución Islámica (febrero de 1979) fue un acto vano y que en la situación actual, los iraníes no pueden avanzar como lo hacen otros.
La planificación, el trabajo y el esfuerzo coherentes son las características intrínsecas de los diseñadores y ejecutores de la guerra blanda, los que no renuncian a su guerra contra la nación persa mediante las producciones audiovisuales y escritas tanto directas como indirectas, alerta el Líder de la Revolución Islámica.
En este contexto, recalca el papel que desempeñan la radio y televisión de Irán, de ahí que demanda que este organismo concentre sus esfuerzos para hacer frente de manera eficaz a la guerra blanda de los enemigos, use todas sus capacidades y lo haga con denuedo y a profundidad.
No es la primera vez que el Líder iraní advierte de tales esfuerzos. El pasado mes de junio, declaró que conocer a los enemigos es uno de los requisitos fundamentales de la era actual, ya que hoy en día actúan a través de las conspiraciones mediáticas y propagandísticas y pidió a toda nación iraní que esté “preparada ante la magnitud de la hostilidad de los enemigos para enfrentar y contrarrestar (sus complots) en el campo de la guerra blanda, como en la cultura, las esferas políticas y sociales”.
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