La portavoz del Gobierno iraní, Fatemeh Mohayerani, ha informado este domingo que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán recibió mensajes para reanudar las negociaciones.
“El Ministerio de Asuntos Exteriores ha recibido mensajes para reanudar las negociaciones. Anunciaremos la naturaleza y los detalles de estos mensajes a su debido tiempo”, ha anunciado.
Por su parte, el secretario de Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Lariyani, ha denunciado esta jornada en una reunión académica las exigencias excesivas de gobiernos occidentales sobre la detención del programa nuclear de Irán y su enriquecimiento de uranio.
Al respecto, ha señalado que el objetivo de los enemigos de la República Islámica es tangible y lo que buscan es quebrar la voluntad de la nación iraní. “Ahora dicen que no deberíamos tener enriquecimiento de uranio; los mismos que aprobaron que tuviéramos enriquecimiento ahora dicen que no deberíamos tenerlo; son unos oportunistas”, ha fustigado Lariyani.
“Dicen que no enriquezcamos uranio, que reduzcamos el alcance de los misiles y que apliquemos en la región lo que dicen. Las exigencias del enemigo son interminables y requieren resistencia nacional”, ha agregado.
Ante esta política occidental, “los iraníes deben defender sus demandas. No decimos que no negociaremos, pero la negociación debe ser realista, no que digan de antemano que así es como debe terminar”.
En este sentido, Lariyani ha reiterado que nadie dice que no negociaremos, pero que no debemos ser ingenuos. “La negociación es un método, pero debe llevarse a cabo en el momento oportuno. Esto no significa que la República Islámica pretenda no negociar. Estábamos negociando cuando el enemigo entró en la guerra”, ha recordado.
En efecto, Irán tenía previsto reunirse el domingo 15 de junio para sostener su sexta ronda de diálogos indirectos sobre su programa nuclear, pero dos día antes, el 13, Israel atacó el territorio iraní y luego Estados Unidos se unió a esta agresión.
Irán rechaza negociar con Estados Unidos mientras este no retire sus demandas excesivas, y afirma que ha estado comprometido con “soluciones diplomáticas”, pero eso no significa renunciar a los derechos de su pueblo.
Las dos partes mantenían varias rondas de conversaciones indirectas antes del estallido de la guerra ilegal y no provocada impuesta por Israel y Estados Unidos en junio contra la República Islámica. Sin embargo, el estallido de la guerra de 12 días en medio de las conversaciones demostró que las partes occidentales no estaban comprometidas con un diálogo lógico y buscaban imponer restricciones más allá de la cuestión nuclear.
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