La Oficina de Estudios Económicos del Centro de Investigaciones del Parlamento de Irán (IPRC, por sus siglas en inglés) publicó el sábado un nuevo informe sobre las posibles implicaciones económicas para Irán en caso se concrete la activación del mecanismo snapback, una disposición que permite la reimposición rápida de sanciones de las Naciones Unidas contra el país persa.
Al calificar el impacto del “ilegítimo” mecanismo snapback como “poco significativo y manejable”, el informe parlamentario busca así tranquilizar a los actores económicos y al público ante la iniciativa de la troika europea (Reino Unido, Francia y Alemania) en la ONU de reimponer sanciones internacionales contra Irán, que fueron levantadas en virtud del acuerdo nuclear Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés) de 2015.
“A diferencia de las sanciones secundarias de Estados Unidos (que afectan a la economía y a sectores vitales como el petróleo y la banca), las sanciones del Consejo de Seguridad están orientadas a la proliferación y se centran en restringir el programa nuclear y de misiles”, se lee en el reporte y destaca que la activación del mecanismo de activación no crea un régimen de sanciones más severo que las presiones actuales.
De acuerdo con los hallazgos del IPRC, se espera que las actividades a gran escala de Irán en exportaciones de petróleo, petroquímicos y transacciones financieras continúen sin mayores interrupciones. El impacto económico del snapback se considera manejable, dada la experiencia previa de Irán en evadir restricciones, aunque podrían ocurrir choques psicológicos a corto plazo en el mercado.
Además, el informe afirma que Irán, China y Rusia ya han informado al secretario general de la ONU y al presidente del Consejo de Seguridad que la troika europea “carece de la autoridad legal para invocar el mecanismo de snapback”, y que cualquier medida de este tipo debe considerarse nula y sin valor.
El informe también destaca la dificultad de añadir nuevos nombres a la lista de sanciones o reconstituir el panel de expertos, citando la necesidad de consenso dentro del Consejo de Seguridad y el potencial de vetos de China y Rusia. “La posibilidad de formar un consenso internacional contra Irán se verá muy reducida”, concluye la nota.
Asimismo, hizo hincapié al que la experiencia de Irán en desarrollar técnicas avanzadas para eludir restricciones y mantener redes de suministro, combinada con la falta de alineación total de China y Rusia en la implementación de sanciones, proporciona a Irán un margen de maniobra estratégico significativo.
En definitiva, según el informe, si bien la activación del mecanismo de snapback podría coincidir con una mayor presión política de Estados Unidos sobre los socios comerciales de Irán, dicha presión es una herramienta de la política exterior de Washington y no necesariamente está vinculada al uso o no del snapback.
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