“El ataque a las instalaciones nucleares de Irán bajo el régimen de salvaguardias que puso en riesgo la seguridad nuclear es un ejemplo claro de terrorismo de Estado practicado por Estados Unidos y el régimen sionista”, afirmó el representante permanente de Irán ante la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Reza Nayafi, durante su intervención el lunes en Viena, en la sesión sobre Seguridad Nuclear.
El diplomático iraní indicó que estas acciones sin precedentes e ilegales han planteado una amenaza grave para la paz y la seguridad internacionales y han socavado el régimen de no proliferación nuclear.
Refiriéndose a las dimensiones agresivas de estas acciones, Nayafi ha señalado que los ataques de Estados Unidos e Israel a las instalaciones nucleares iraníes no tienen precedentes y deben reflejarse en los informes del director general de la AIEA sobre seguridad nuclear.
El representante iraní recordó que la misión de Irán ha buscado incluir en los documentos de la AIEA la prohibición de cualquier ataque a instalaciones nucleares, pero la oposición de algunas partes lo impidió.
Nayafi enfatizó que la verdadera seguridad nuclear no se logrará sin un desarme nuclear completo, criticando que los países poseedores de estas armas no solo han incumplido sus compromisos, sino que han desarrollado nuevos sistemas.
“Lograr la seguridad nuclear requiere la destrucción completa, irreversible y verificable de estas armas”, concluyó.
El 13 de junio, Israel lanzó una agresión sin motivo alguno contra Irán, en flagrante violación del derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). La ofensiva apuntó objetivos selectivos e indiscriminados, por lo que fueron martirizados numerosos comandantes militares de alto rango, científicos nucleares y civiles inocentes.
Casi una semana después, Estados Unidos se sumó al conflicto, bombardeando tres instalaciones nucleares iraníes, en un supuesto intento de impedir el desarrollo del programa nuclear pacífico iraní.
En respuesta, las Fuerzas Armadas iraníes atacaron con cientos de misiles y drones sitios estratégicos en los territorios ocupados, así como la base aérea de Al-Udeid en Catar, la mayor base militar estadounidense en Asia Occidental.
El 24 de junio, Irán, mediante sus exitosas operaciones de represalia contra el régimen israelí y Estados Unidos, logró detener el asalto ilegal, imponiendo un alto el fuego a los agresores.
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