• El vicepresidente primero de Irán, Mohamad Reza Aref.
Publicada: sábado, 28 de septiembre de 2024 16:52

El vicepresidente primero de Irán afirma que la sangre derramada injustamente del mártir Seyed Hasan Nasralá conducirá a la destrucción del régimen sionista.

Mohamad Reza Aref, en un comunicado con motivo del martirio del secretario general del Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), destaca que “la sangre derramada injustamente de los oprimidos en el camino de la Resistencia, especialmente la de Seyed Hasan Nasralá, provocará la destrucción del régimen sionista”.

“Ofrezco mis condolencias a la Umma (comunidad) islámica, a la nación libanesa y a la Resistencia Palestina por el martirio del hermano mártir, Seyed Hasan Nasralá, y un grupo de comandantes del frente de Resistencia y del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica”, ha expresado el vicepresidente primero iraní.

Resalta que se ha perdido a un gran hombre que dedicó su vida a defender la nación oprimida de Palestina y El Líbano y a liberar la ciudad santa de Al-Quds y las tierras ocupadas y ofreció a sus hijos y familiares en este camino santo.

Reitera asimismo que los crímenes del régimen de ocupación de Al-Quds, junto a la brutal matanza de hombres, mujeres y niños inocentes, han blanqueado a los criminales de la historia”.

 

“Hoy es un día de prueba importante para el mundo entero, incluidas las naciones y los gobiernos. ¿Cómo reaccionarán ante estos crímenes y genocidios y en qué frente se situarán? ¿En el frente de defensa de los oprimidos o en el frente de apoyo a los opresores y transgresores de la moral y la naturaleza humana?”, ha preguntado.

“Una vez más, declaramos que el Gobierno y la nación de Irán apoyarán la Resistencia islámica y estamos seguros de que la sangre del mártir Nasralá continuará en el transcurso de la furiosa resistencia, si Dios quiere”, ha confirmado.

El líder de Hezbolá cayó mártir junto con otros libaneses en un ataque aéreo que llevó a cabo el viernes el régimen sionista contra un barrio, repleto de civiles, en el sur de Beirut, capital de El Líbano. El masivo bombardeo causó una gran destrucción y el derrumbe de varios inmuebles residenciales.

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