El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha manifestado en una reciente declaración que el bloque regional está evaluando la posibilidad de endurecer las sanciones en vigor contra la República Islámica, al tiempo que ha lanzado la controvertida declaración de que el país persa habría suministrado misiles balísticos a Rusia.
“La Unión Europea condena enérgicamente la reciente transferencia de misiles balísticos fabricados en Irán a Rusia”, dijo Borrell en un comunicado.
En reacción, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Naser Kanani, ha expresado su firme rechazo a las declaraciones de Borrell, y ha subrayado que cualquier enunciado relacionado con la supuesta venta de misiles balísticos a Rusia carece de fundamento y es completamente inverosímil.
El funcionario iraní ha afirmado que insistir en posturas, afirmaciones y declaraciones nocivas no es el camino correcto, amén de enfatizar la importancia de que la Unión Europea se abstenga de realizar alegatos erróneos.
También ha rechazado la postura perjudicial de Occidente de recurrir a la desgastada estrategia de las sanciones. “Lamentablemente, ciertos sectores en Occidente parecen estar enganchados en la práctica de imponer sanciones. Este enfoque no solo fracasa en abordar los problemas, sino que se convierte en un obstáculo por sí mismo, provocando inevitablemente una reacción de nuestra parte”, ha indicado.
En un giro inesperado, los ministros de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Alemania y Francia hicieron pública una declaración poco habitual que, además, venía acompañada de una afirmación sin respaldo.
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