“Los países islámicos enfrentan numerosos retos y comparten grandes similitudes, por lo tanto, no tienen que permitir que las diferencias étnicas y religiosas dañen su unidad”, precisó el jueves Araqchi en una reunión ministerial de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), celebrada al margen de la 70ª Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en la ciudad estadounidense de Nueva York (noreste).
Los países islámicos enfrentan numerosos retos y comparten grandes similitudes, por lo tanto, no tienen que permitir que las diferencias étnicas y religiosas dañen su unidad, precisó el vicecanciller iraní, Abas Araqchi.
De acuerdo con Araqchi, es imprescindible tener en cuenta la previsión, la valentía y la prudencia para abrir el camino hacia el establecimiento de la paz, la seguridad y el desarrollo en Oriente Medio y en todo el mundo islámico.
El viceministro de Exteriores iraní también transmitió sus condolencias a los familiares de la víctimas del trágico incidente ocurrido en La Meca durante la peregrinación mayor (Hach) y criticó la negligencia de las autoridades saudíes respecto a la tragedia, pues, aseguró que podría haber sido evitado.
“El pueblo iraní está enlutado por sus 464 compatriotas muertos en la tragedia de Mina, incidente que podría haberse evitado”, declaró.
Ahora, agregó, lo más importante es asumir las responsabilidades, esclarecer las principales causas de los hechos y estudiar las posibles vías para evitar la repetición de semejantes incidentes.
Durante la reunión ministerial de la OCI, los cancilleres de los países islámicos y sus representantes debatieron temas relacionados con el mundo islámico, en particular los que afectan a la región de Oriente Medio, como la causa palestina, la crisis siria, iraquí y yemení.
Los presentes también trataron la tragedia de Mina en la que murieron más 4 mil peregrinos.

El lunes, la Organización de Hach y Peregrinación de Irán cifró en más de 4700 el número de fallecidos en la reciente avalancha humana en Mina y advirtió de la posibilidad del aumento de la cifra de víctimas mortales.
El martes, horas después de que el viceministro de Salud de Arabia Saudí, Hamad bin Mohamad al-Zeweile, confirmara en 4173 el número de los peregrinos muertos en la estampida en Mina, desmintió su propia noticia, incurriendo en flagrante contradicción.
Desde el principio, Irán y varios países más han denunciado la censura y el bloqueo mediático impuesto por Arabia Saudí sobre el caso y han alertado de que el número de los fallecidos en Mina es mucho mayor de lo que indican las autoridades de Riad.
Irán, por ser uno de los países más afectados en esta catástrofe, ha apuntado a la mala gestión de Riad en la organización de los rituales del Hach y ha acusado al régimen de Al Saud de ser responsable directo del desastre.
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