“A dos días del inicio de la operación iraní, la solicitud occidental para nosotros fue que, si deseábamos responder, no lo hiciéramos con fuerza y que tratáramos de reducir la intensidad de nuestra operación”, ha dicho este miércoles Hosein Amir Abdolahian a periodistas al margen de una reunión semanal del gabinete en Teherán.
Ha hecho referencia a la operación sin precedentes iraní ‘Verdadera Promesa’, lanzada en la madrugada del 14 de abril contra algunos blancos militares israelíes en la profundidad de los territorios ocupados palestinos. El ataque, la primera ofensiva directa de Irán a Israel, implicó el disparo de más de 300 drones y misiles balísticos, en represalia a una sangrienta acometida israelí al consulado iraní en Damasco, ocurrida el 1 de abril.
“Desde que se decidió llevar a cabo la operación Verdadera Promesa, los occidentales, sobre todo los aliados de Estados Unidos en Europa, mantuvieron contactos […] con Irán, y su primera petición fue [que Irán] ejerciera moderación y no respondiera al acto criminal del régimen sionista […], a lo que declaramos firmemente que la respuesta definitivamente se dará”, ha detallado.
El jefe de la Diplomacia persa ha destacado que la República Islámica decidió por sí misma cuándo y cómo llevar a cabo la operación punitiva. “No permitimos que se tomara ninguna decisión bajo presión de otros, pero le dijimos a la parte occidental y estadounidense que la raíz [de la escalada] es la crisis de Gaza que debería resolverse y deberían centrarse en esa cuestión”, ha agregado.
Teherán amenazó con atacar bases de EEUU
Ha explicado que la ofensiva iraní no fue sorpresiva. “Dos días antes de la operación, anunciamos a la parte estadounidense y a los países que acogen bases de Estados Unidos, que nuestro objetivo no son los vecinos, ni las bases estadounidenses, sino el régimen israelí”, ha contado.
Según ha contado, Irán advirtió en el mensaje que, si Estados Unidos se involucra en acciones que perjudiquen los intereses iraníes, la República Islámica respondería atacando las bases estadounidenses en la región de manera “inmediata y decisiva”.
En cuanto a los países de la zona que albergan bases militares de EE.UU., Amir Abdolahian ha dicho que antes del operativo, Teherán aclaró a los vecinos que “nuestras relaciones se basan en la hermandad, pero si Estados Unidos comete el más mínimo error, atacaremos las bases estadounidenses”.
En esta línea, ha dicho que “la mayoría de los países vecinos nos dijeron que no permitirán que su territorio sirva de plataforma por parte de ningún país para lanzar agresiones contra Irán”.
El operativo sin precedentes iraní dejó perplejo a las autoridades del régimen sionista y sus aliados occidentales. La oposición israelí fustigó al gabinete extremista, dirigido por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, por la pérdida de la disuasión de Israel ante Irán.
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